August 23, 2016 8:51 am

¿Cómo jugar puede volverlos más innovadores y productivos en el trabajo?

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Por: Vanessa Ho

A primera vista, los programadores del MIT podrían parecer solo un grupo de gamers que pierden el tempo mientras disparan torpedos en una nave espacial en el video juego que diseñaron.

Pero 50 años después, “Spacewar” su juego de 1960, se ha vuelto un hito en el desarrollo de computadoras, con la idea radical de utilizar un control para manipular un ícono en una interfaz gráfica.

“Disparar a un oponente en el espacio podría parecer una pérdida de tiempo o solo una actividad lúdica, pero dio paso a una poderosa pieza de software que cambió la historia de la computación” dice Steven Johnson, autor de varios libros de innovación que se han posicionado dentro de las listas de los más vendidos en el New York Times.

El último libro de Johnson, “Wonderland: How play made the modern world?”, continúa su estudio de la creatividad humana, al explorar la forma en la que divertirse nos puede llevar a tener ideas revolucionarias. En el próximo lanzamiento del libro en noviembre de 2016, Johnson también será el anfitrión de una serie de 10 podcasts, en asociación con Microsoft.

WONDERLAND-coverEsta serie, la cual está por comenzar, investiga el enlace entre el juego y la creatividad, e incluye a invitados como Stewart Brand, fundador de Whole Earth Catalog, y Alex Ross, crítico musical de The New Yorker. El primer episodio nos cuenta la historia de Charles Babbage, pionero en computación, al toparse con una muñeca mecánica cuando era un niño, un momento de juegos que activó su carrera como inventor.

“Empecé a reflejarme en cómo muchas ideas importantes en la historia, surgieron en un inicio de personas que jugaban con cosas sólo por diversión o tras explorar nuevas experiencias y tener una sensación de asombro, deleite o diversión”, dice Johnson. Sus libros incluyen ““Everything Bad is Good for You (Todo lo malo es bueno para ustedes)”, “Where Good Ideas Come From (De dónde vienen las ideas)”, y “How We Got to Now (Cómo llegamos al ahora)”, que también fue ganador de un Emmy por una serie de televisión que Johnson co-creó y de la cual fue presentador.

“Wonderland” cubre un rango de temas, desde el comercio de especias y compras, espacios públicos y juegos, con ejemplos fascinantes y detallados. En un capítulo acerca de instrumentos musicales, Johnson señala una flauta de juguete del siglo IX de Baghdad, con la que se podían tocar varias canciones a través de cilindros intercambiables, lo que muestra cómo era tanto una curiosidad entretenida como un invento pionero en su tiempo.

“Fue la primera vez que alguien soñó la idea de una máquina programable. En verdad es el primero momento en la historia donde la diferencia entre hardware y software de pronto se volvió imaginable”, él comenta. La idea de programabilidad después enriqueció los dispositivos de cómputo en el siglo IXX, y se volvió el fundamento del principio de cómputo del siglo XX.

“Es un ejemplo de una importante idea que empezó como un juego, una canción y música, y en la diversión”, menciona Johnson. “Jugar es un profundo predictor de los desarrollos futuros”.

Pero para las organizaciones actuales, integrar tiempo para jugar puede ser una compensación entre las fechas de entrega y de entregables. Una reciente encuesta por parte de Johnson y Microsoft encontró que el 70 por ciento de los empleados de Estados Unidos se sienten con más energía y más productivos cuando tienen algún momento para “jugar” en el trabajo. Solo el 31 por ciento dijo que sus organizaciones impulsan estos momentos durante los días laborales.

Johnson comenta que las empresas pueden incorporar los juegos al crear ambientes vivos de trabajo tras impulsar la diversión y reconocer la importancia de los pasatiempos fuera de los ambientes laborales. Algunas compañías también dan un tiempo para que los empleados compartan intereses que no sean del trabajo, los cuales pueden incluir música, artes o trabajo voluntario.

“Es interesante a nivel emocional y construye compañerismo en el equipo”, dice Johnson. “También es muy común que una idea externa encienda una nueva idea. Si están enfocados en un problema de manera exclusiva, y están dentro de los términos de dicho problema, es muy difícil romper esa mentalidad”.

“Jugar es un profundo predictor de los desarrollos futuros”

Las características físicas de un lugar de trabajo también afectan la creatividad y muchas compañías, nuevas empresas y organizaciones tecnológicas en particular, han incorporado juegos y lugares relajados de reunión que fomentan una atmósfera de juegos.

“Hay una razón de tener una mesa de billar y un divertido ambiente tipo cafetería, en lugar de un montón de salas de conferencia y cubículos. No son sólo ventajas; hacen que las personas sean más creativas e innovadoras”, Johnson dice. También encienden lo que Johnson llama “conexiones fortuitas”

Para Microsoft, el concepto de jugar está integrado dentro de la cultura de la compañía, desde el evento anual //oneweek Hackathon de una semana, una celebración de la innovación de los empleados, hasta un carácter distintivo que motiva a los empleados a “traer su ‘yo entero’ al trabajo”, dice Dona Sarkar, quien dirige la comunidad de Microsoft, Windows Insider Program.

Hace un par de semanas, algunas divertidas discusiones acerca de togas y sables de luz la ayudaron a conectarse con sus compañeros del equipo de mercadotecnia, que ella descubrió siempre adoptan los intereses individuales desde los más tontos hasta los más serios. Tras utilizar los intereses para bien y obtener buenas ideas, la amigable dinámica del equipo permitió tomar riegos y ser creativos, mientras que las pasiones personales los han llevado a importantes proyectos.

Un miembro del equipo, Ursula Hildenbrand, mencionó su voluntariado con las personas de la vejez y eso incitó a Jeremiah Marble, director de mercadotecnia de Windows Insider y al resto del equipo, a lanzar un programa que enseñe tecnología a ciudadanos mayores, con la ayuda de estudiantes de preparatoria.

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El equipo de la comunidad de Windows Insider se divierte con togas y sables de luz. El equipo incluye (desde la izquierda) a Joe Camp, Cheryl Sanders, Blair Glennon, Tyler Ahn, Dona Sarkar, Derek Haynes, Thomas Trembly, Manik Rane (De rodillas), Ursula Hildenbrand, Joan Steelquist y Seth Rubinstein. (Foto por Dan DeLong).

“Cuando llevamos a nosotros mismos al trabajo, somos capaces de resolver problemas para grupos más grandes de clientes”, dice Sarkar. “Cuando presentas humor y ligereza, rompes los límites entre las personas. Ayuda a los trabajadores a convertirse en amigos. Puedes traer todas esas ideas creativas y nosotros las trabajamos para después mejorarlas”.

Como un ingeniero veterano y gerente, Sarkar siempre ha impulsado a sus equipos a dejar la oficina, y trabajar juntos en una cafetería, parque o centro comercial. Ella a menudo socializa con compañeros de trabajo mientras viaja por cuestiones de trabajo y dice que un par de horas con colegas fuera del terreno normal, puede ayudar a la gente a ser más abierta, y al final, ser más creativos.

“Cuando te alejas de la oficina, dejas de ser una ‘Persona de Oficina’ y empiezas a ser el ser humano que eres”, dice Sarkar.

Los consejos hacen eco en la investigación de Johnson y Microsoft, la cual encontró que más de la mitad de los empleados reportaron que sus nuevas ideas se generan mientras salen con amigos, se divierten con un juego, o incluso mientas toman un baño, donde sea menos en el trabajo.

“A veces, las mejores ideas vienen tras apartarse del problema en el que trabajas y entras en modo de juego”, Johnson menciona. “Y cuando dejas que tu mente explore un modo más experimental”.


Foto principal: Steven Johnson, autor de diferentes libros, juega con su hijo. Foto de Alison Yin / Associated Press.